Panamá y el juega vivo Por Ricardo Arturo Ríos Torres

 

El juega vivo es un acto delictivo contra la fe pública y preludio de la delincuencia social. Vivimos en una sociedad amoral.

 

La conquista y colonización introduce el juega vivo como un modo de ser. Los españoles proclaman  la ley se acata pero no se cumple. La afirmación es falaz pues las leyes son letra muerta. La  violencia homicida contra los aborígenes y los negros esclavizados es la norma.

 

El dualismo existencial  es una acción de supervivencia, el aborigen y el negro siguen las reglas establecidas pero a espaldas del español mantienen las tradiciones y costumbres. El juega vivo es la respuesta de los oprimidos.

 

El  baile de los Congos  es la burla a los españoles, el lenguaje es el artificio para insultarlos y reírse de ellos. La vestimenta colorida y de retazos es el rechazo a la moda de los ibéricos. Los bailes  expresan la libertad que añoran y por la cual luchan con los cimarrones.

 

El gran affaire de Panamá ocurre en el Siglo XVIII. España envía a Dionisio Alcedo y Herrera, el mejor funcionario de la administración colonial a investigar a la mafia que controla el contrabando de productos ingleses, holandeses y alemanes en  la América Hispana.

 

 Los militares, eclesiásticos, magistrados de la Real Audiencia y los funcionarios de todo el engranaje administrativo están implicados.

 

 El juega vivo supera todos los límites. Corrupción S.A. es la entidad delictiva que luego se proyecta con la Zona Libre de Colón en el Siglo XX y el aquelarre de Odebrecht.

 

Don Quijote introduce al Maese Pedro,  típico pelafustán, pendenciero, malabarista y ladrón; representa el juega vivo hispano. Pedro encarna en los políticos y empresarios panameños. El transfuguismo de los diputados al cambiar de partidos a tutiplén es lo usual, son cínicos, venden sus votos al mejor postor.

 

Los empresarios atentos a cualquier trampa como Odebrecht, Financial Pacific, las comidas enlatadas, los riegos de Tonosí  son  los que se benefician de la corrupción institucionalizada en las esferas gubernamentales.

 

El poder judicial, con jueces, fiscales, magistrados venales, que comercializan sus fallos por sumas millonarias, aplican  la ley del encaje. La justicia selectiva  garantiza la inmunidad e impunidad de los ricos y poderosos. Los marginados van a las cárceles, la elite a sus casas con medidas cautelares.

 

El juega vivo es lo frecuente en la administración de justicia en Panamá, aquí somos expertos en burlar la ley.

 

Ferdinand Lesseps sucumbe ante el juego vivo de los galos.  El Escándalo de Panamá  debe titularse el escándalo francés o de Lesseps.

 

Panama papers es la gran estafa del capitalismo salvaje del Siglo XXI. La quiebra de Wall Street lo es en el Siglo XX.

 

 Los papers son el fraude fiscal de USA, Francia, Alemania e Inglaterra. Los paraísos fiscales están en Londres, París, Delaware, las Bahamas y en otras latitudes. La calificación es injusta, la gigantesca defraudación  se da en las sedes del gran capital.

 

 El juega vivo del sistema bancario mundial victimiza a Panamá como el chivo expiatorio.

 

Odebrecht  hace de la coima la inversión más efectiva en varios continentes. El soborno es la carta de presentación.

 

 El Ministerio Público nunca puede soslayar la obligación de investigar a Martín Torrijos, Martinelli y Varela  así como a los ministros involucrados en las sumas millonarias recibidas por las obras realizadas  en Panamá.

 

La ampliación de Martín de la Avenida Balboa, el pueblo la bautizó como la cinta coimera.

 

Omar, al firmar  los tratados canaleros, aspira a que las áreas revertidas sean de uso social. Sueña ver en barriadas obreras, centros escolares y de salud  a los sectores populares, su deseo es burlado por el Partido Revolucionario Democrático (PRD) que él fundó.

 

 El juega vivo de los Panameñistas y Cambio Democrático hacen una piñata de las áreas revertidas.

 

 El  lucro inmobiliario es el gran timo del patrimonio sagrado de la nación panameña. Panameños y extranjeros que nunca les importó con la gesta patriótica que conquistó la plena jurisdicción en todo el territorio nacional viven allí.

 

La intoxicación masiva de pacientes de la Caja del Seguro Social ocurre en el 2006, mueren más de 200 panameños y centenares quedan con secuelas graves  que afectan su calidad de vida.

 

El juega vivo de chinos, españoles y panameños en complicidad con funcionarios corruptos provocan una tragedia nacional.

 

El Canal ampliado es el juega vivo de empresarios españoles, italianos, belgas y panameños con el cual pretenden que la Autoridad del Canal les pague por sobrecostos, es un hurto millonario.

 

El juega vivo es el estigma del panameño. El amiguismo,  los padrinos son la solución fácil al día a día.

 

 Qué hay pa mi es la expresión popular del político, empresario, funcionario y panameño común.

 

Panamá patrocina una sociedad amoral. Ser decente, honesto, responsable es una afrenta para los que hacen del juega vivo su praxis.

 

       El juega vivo es una conducta delictiva opuesta al  civismo de una ciudadanía militante. Se da en todas las latitudes y épocas.

 

 Panamá lo  patenta y lo asume como  modelo de vida. El arquetipo  de una mejor calidad de vida y bienestar para los panameños es posible si superamos la mediocridad institucional y el individualismo oportunista. 

 

Los valores éticos, cívicos y patrióticos son los  pivotes del panameño nuevo que nos dignificará como la tierra de la esperanza.

 

Panamá, febrero de 2017.

 

 

 

 

 

 

 

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